SOL DE INVIERNO
Vino como el viento del crepúsculo,
con esa brisa amable y reconfortante
que te abraza y susurra al mismo tiempo,
con ese olor a almizcle y tierra mojada.
Vino para quedarse
en esta hermosa estancia de miel y leche
que creamos a partir de semillas inertes,
de ilusiones perdidas y finalmente recobradas.
Ya no amanecerán vacíos nuestros cuerpos
con esa sensación de hastío y derrota,
de fracaso a la piel adosado, de llanto seco
por el dolor que de los vientres brota.
Será como ese Sol de invierno
que te arranca el frío atenazante,
que te protege de esa escarcha
que deja dormidos a los árboles.
Fotografía de Jesús Bermejo Duarte
4 comentarios:
Moli, eres un clásico! Muchas gracias por enviarnos el poema. Un abrazo.
Juan
-NG-
Que dificil es ver ese invierno ahora que sudo y tengo sabor a sal marina- que dificil es si vives en medio de una primavera canaria- pero a pesar de todo amo el sol de invierno...
molino, muy buen poema, un palcer es leerte. angel
Sí, señor, todo un clásico!
Publicar un comentario