LA FUNCION DEL LECTOR
Era el medio siglo de la muerte de César Vallejo, y hubo celebraciones. En España, Julio Vélez organizó conferencias, seminarios, ediciones y una exposición que ofrecía imágenes del poeta, su tierra, su tiempo y su gente.
Pero en esos días Julio Vélez conoció a José Manuel Castañon; y entonces todo homenaje le resultó enano.
Pero en esos días Julio Vélez conoció a José Manuel Castañon; y entonces todo homenaje le resultó enano.
José Manuel Castañón había sido capitán en la guerra española. Peleando por Franco había perdido una mano y había ganado algunas medallas.
Una noche, poco después de la guerra, el capitán descubrió por casualidad, un libro prohibido. Se asomó, leyó un verso, leyó dos versos y ya no pudo desprenderse. El capitán Castañón, héroe del ejército vencedor, pasó toda la noche en vela, atrapado, leyendo y releyendo a César Vallejo, poeta de los vencidos. Y al amanecer de esa noche, renunció al ejército y se negó a cobrar ni una peseta más del gobierno de Franco.
Después, lo metieron preso: y se fue al exilio.
Aquí podéis encontrar el libro entero: http://books.google.es/books?id=xT4JuBoPoYoC&dq=el+libro+de+los+abrazos&printsec=frontcover&source=bn&hl=es&ei=vaZASsWFKYmMjAeW1-COCQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4
Agradecemos el envío de esta textura a Alfonso Javier Molino Delgado, lector de Galeano desde hace años. Muchas gracias.
1 comentario:
Aúpa Moli. Muchas gracias por la colaboración.
Juan
-NG-
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