Sabedor de mi devoción dostoievskiana, Víctor me lleva a conocer los callejones y patios interiores del centro de la ciudad, escenarios de las páginas del autor de Crimen y castigo. De hecho pueden establecerse recorridos paralelos a las grandes avenidas y calles, que consisten en ir atravesando los edificios adentrándose en la senda que marcan los patios interiores, cuya irregularidad contrasta con la uniformidad del trazado de las calles. Víctor es un verdadero flaneur y se conoce la ciudad al dedillo. En ocasiones me hace trepar por estrechas escaleras hasta el último piso, donde nos aguarda un pasillo con ventanas, en lugar de pared, que nos permite rodear el edificio todo por arriba, para luego descender por otra escalera que da acceso a una nueva calle. Otras veces la emprende con los puentes, y vamos haciendo eses, cruzando de un lado al otro del canal Griboiedov para hollar todos sus puentes y acabar cerca del teatro donde Chaikovski estrenaba buena parte de sus piezas, en la encrucijada desde la que se contemplan seis puentes.
2 comentarios:
veré si puedo conseguirlo....pues tiene buena pinta!! saludos compañeros!
A mí me ha gustado mucho y es bastante barato.
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