No es buen arma la violencia.
No es buena solución utilizar las palabras más duras
escogidas con dureza
y dichas sin pensar,
ni atacar a quienes más te quieren
o a quienes intuyes más débiles.
Es triste
hacer un daño, aunque sea reversible,
a las escasas personas que se preocupan
y te cuidan.
Es triste
y duele.
Y te da miedo.
-
Rakel Rodríguez (
Alguien me dijo que la desesperanza es lo ultimo que se pierde, Ediciones RaRo, 2006).
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