5 dic 2009

Dos poemas de Andrea Moravia

Pocos son los datos biográficos que sobre Andrea se conocen. A decir verdad, la información más relevante nos la proporciona su propia poesía. Los versos que Andrea escribió desde prisión conforman una auténtica geografía del dolor, pero en cierta forma también son un grito de esperanza y un testimonio, ahora aún más doloroso si cabe, de la fe indestructible que Andrea tenía depositada en la Revolución y en el mundo nuevo y paradisíaco que habría de llegar con esta. Andrea murió en prisión, en Santiago de Chile. En cuanto a su hijo, ese interlocutor cómplice e imprescindible, con el que Andrea dialoga y a quien dejó sus poemas en heredad, desconocemos su paradero.

II

Para matarme,
para romper
en mil pedazos
este cuerpo de mujer
que aún me presta asilo,
tendréis que aniquilar al Hombre
(y no sois tan poderosos...).
Mi cuerpo
se hará semilla.

III

Ya no estoy.
En tu carne te dejo
todo lo que tengo.
Ya sé que es poco
lo que puedo darte en heredad,
ya lo sabrás,
apenas un par de sueños.
Me queda poco, mi vida.
Si alguna vez
llegas a leer esto,
recuerda:
te quiero, pibe,
eres lo único que tengo.

Andrea Moravia (Antofagasta, 1950 - Santiago de Chile, 1974)

Poetica Seminarii
(nov. - dic. 2004, número dedicado a la Generación Ausente).

1 comentario:

nueva gomorra dijo...

Buenísima esta mujer. Andrea Moravia y su fuerza, la creencia en el hombre. Gracias por este rescate.

Por cierto ¿dónde andan los investigadores fantasmas de la G.A.? ¿acaso se los ha tragado la tierra ? ¡Estos jóvenes son unos perezosos! ¡Maldita sea! ¡Arriba el trabajo!
Alguien dice se los conocerá por su rastro de proyectos dejados a medias. Más bien por sus medias.

Ionesco-NG-