Buenas tardes, Damián. Proseguimos contigo esta serie de entrevistas a los autores de Piedra Papel Libros que iniciamos hace unas semanas con Joaquín Fabrellas. Metiéndonos en materia, La hemorragia de Constanza es tu primer libro de relatos. ¿Qué tal tu incursión en el género?
Escribo cuentos desde hace mucho tiempo, es lo primero que empecé a hacer. Creo que es un género complicado en el que resulta muy difícil hacer algo que valga la pena; encontrar una voz y romper con las estructuras narrativas estándar. En el cuento estas son más evidentes. A veces creemos estar haciendo historias nuevas porque los personajes están en sitios diferentes haciendo cosas diferentes y hablando sobre cosas diferentes, pero la voz que nos lo cuenta es la misma voz familiar de siempre recorriendo también la mismas estructuras de siempre. De esta manera, mientras se lee, uno tiene la sensación de haber hecho ya ese viaje. En el cuento es más fácil evidenciar nuestras carencias.
Tus libros anteriores son de ciencia ficción y tus lectores seguramente se hayan familiarizado con ese universo tan particular que has ido construyendo a lo largo de tus últimas novelas. ¿Cómo crees que recibirán este libro de relatos teniendo en cuenta el gran cambio que supone con respecto a tus anteriores obras?
Yo creo que, al fin y al cabo, cualquiera que haya leído algo mío y vuelva a hacerlo, ya ha comprendido que lo que va a encontrar tiene más que ver con la obsesión por algunos temas y cierta manera de hacer las cosas, que con convenciones de género. Para mí la ciencia ficción no es más que una etiqueta, y como todas las etiquetas, en cuanto se les exige un poco acaban siendo vacuas y sin significado.
No obstante, a pesar del cambio de registro tus personajes parecen estar tocados por el mismo halo de mágica y oscura extrañeza de siempre. ¿Hasta qué punto has bebido de tus narraciones anteriores para poner en pie estos relatos tan poco convencionales?
Lo cierto es que los relatos de La hemorragia de Constanza son anteriores a todo lo publicado hasta ahora. Yo creo que en literatura, si uno es mínimamente fiel a sí mismo, los personajes, el ámbito, la atmósfera y todo lo que rodea una historia, acaban contaminándose de manera recíproca. De hecho, precisamente esa palabra, la palabra “halo”, representa en gran media qué es lo que yo entiendo por literatura. Una narración con aureola, un juego nimbado.
En un plano más personal, tus primeros libros fueron autopublicados. ¿Te importaría contarnos qué tal ha sido tu experiencia con la autopublicación?
La experiencia de la autopublicación está siendo fantástica. He conocido a mucha gente de la que he aprendido y sigo aprendiendo mucho. He hecho muy buenos amigos, más allá del mundo de los libros. Espero seguir autopublicando en el futuro.
Cambiando de tema, y aprovechando que se acerca el fin de año, ¿podrías decirnos cuál ha sido el libro que has leído que más te ha gustado en 2017?
Me quedo con Ciclonopedia. Complicidad con materiales anónimos, de Reza Negarestani.
¿Qué autores han influido más en tu obra?
La lista podría ser interminable, así que diré El castillo, de Kafka. El misterio y el influjo de esa historia me parecen infinitos.
¿Podrías recomendarnos algunos autores de ciencia ficción contemporáneos de tu generación?
Recomiendo la novela New Mynd, de Colectivo Juan de Madre.
Finalmente, nos gustaría que nos contaras en qué proyectos literarios andas metido últimamente.
Llevo un tiempo escribiendo una novela que me mantendrá ocupado durante al menos un par de años más. Es un texto muy ambicioso en el que tengo puesta una ilusión enorme. Al mismo tiempo estoy revisando un par de textos que, si todo marcha bien, espero que sean publicados el año que viene.
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