19 jun 2016

Terna


TERNA 

Cuándo aprendimos a soplar para no quemarnos.
Cuándo empezamos a temer al fuego.
Y el miedo, cuándo heredamos el miedo.

Cuántas heridas primitivas hemos necesitado
hasta concebir una sola señal de peligro, un símbolo
que invite a virar de dirección.

Qué color causó el primer espanto.
Quién nos enseñó el significado del grito,
a caminar sobre brasas.

Y quién
a afilar la tijera, a acercar su filo a la lengua
a apretar fuertemente sus ojos oblicuos.

Quién decidió introducirnos los dedos en la tráquea.
En qué consiste el arte de enmudecer.

Qué altura tiene un precipicio cualquiera.
Qué profundidad un pozo, cuánto mide el vacío
en cualesquiera de sus ángulos.

Un día, con toda seguridad, mirarás hacia atrás
y no habrá nada, ni nadie... o quizás sí y estés tú
y tu poli malo
interrogando a tu propia sombra.

- Poema perteneciente al último, y magnífico, poemario de Gsús Bonilla, Viga, publicado por Ediciones Liliputienses.

No hay comentarios: