Siempre es injusto para un libro soltar cuatro palabras, como si fueran una pedrada, sobre lo bueno o malo que nos ha parecido el mismo. En mi caso, acostumbrado como estoy a coger pedazos que vuelco a trompicones en este blog, es más sangrante aún, pues en verdad no cuesta nada recomendar directamente la lectura de una obra diciéndolo expresamente. Pues eso. Si podéis, leed La otra realidad, de Luis Berastain, un libro de relatos crudos, pero llenos de sensibilidad.
Os dejo con un párrafo perteneciente al cuento «La cuadratura del círculo», el relato que más me ha gustado:
Se dirigió al quinto piso, donde prestaba unas horas extra. Un trabajo que nadie quería, porque allí estaban los terminales de cáncer y se respiraba el ambiente más triste del hospital. En esos momentos, concentrarse en otras personas que estaban peor que él era su terapia. Entró en la habitación de la esquina, tocaba limpiar al enfermo. El pobre hombre, Ángel se llamaba, no era muy mayor pero su cuerpo estaba arruinado y su mirada, de desesperanza, de miedo, de sufrimiento te encogía el alma. Por alguna razón parecía atormentado y no tan solo por el temor a la muerte, sino por tener asuntos pendientes que quizás nunca iba a solucionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario