Acabo de leer este cuento tradicional japonés. Como es habitual en las ediciones de Cátedra, el estudio preliminar ocupa más espacio que la obra en sí, que me parece deliciosa y muy redonda. También creo que le interesaría como documento a cualquier aficionado a Cuarto Milenio o el rollo de los ovnis. Va, es una chorrada, pero creo que puede ser una de las historias más antiguas en las que aparecen los visitantes del espacio. Sea por lo que sea, el cuento es muy ameno y, como en este tipo de narraciones clásicas de toda la literatura universal, encierra una moraleja que, al mismo tiempo, no se impone de manera chabacana (algo que se agradece).
No hay comentarios:
Publicar un comentario