29 ene 2012

Un poema de Antonio Gómez (Cuenca, 1951)


No fui yo quien marcó el gol de la victoria
tampoco bailé aquella noche con Lucía
y el poema que melosamente recitaba,
con el que presumía de mis dotes creativas,
era un plagio de Neruda.

Mi memoria pierde facultades,
empieza a preocuparme
que no sepa mentirme
como antes me mentía.

4 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

que haya dejado como antes
de creerme

Susan Urich Manrique dijo...

JO-DER!!!

Me pegó duro, en la madre, como debe ser.

Anónimo dijo...

Este poema ya lo publicaste no Juan? Está bien.
Cjm. -ng-

Anónimo dijo...

me gusta el poema, sobre todo, la aceptación de la derrota.