14 ene 2012

La biblioteca de Cristina, ese archipiélago







Siempre que visito las casas de amigos, de amigas, me ha interesado especialmente curiosear sus libros, música y nevera. Creo que son los tesoros ¿domésticos? que mejor los descubren.

Mi anfitrión en esta ciudad por la que dejarme perder y sorprender me propone jugar, mostrando de alguna manera cómo soy a través de las estanterías (biblioteca me dice él).


Ordeno los libros por habitaciones, a veces estilos, y temas, así que casi todos los rincones de la casa tienen algún libro. En la cocina recetas; nuevas, viejas, de aquí y de allá, que me ayudan a recibir a mi gente alrededor de una mesa -la conversación viene sola- . En el estudio, profesión y militancia. Y en el salón arropada por novelas, cuentos y relatos (irónicos y mordaces algunos, contadores de nuestras miserias comunes los más) y por los poemas, en fondo rojinegro, que me acompañan de forma (casi) obsesiva hace algún tiempo.


Hago mías las palabras de Juan Cruz en estos versos,

"Miro mis libros

colocados con el orden
que a mí me falta".

Salud a la ciudadanía y gracias por acoger a esta viajera.

Cristina Vañó

- Desde Nueva Gomorra agradecemos la participación de Cristina en Puentes de papel, la aceptación del reto, y os animamos a que nos mandéis fotos de vuestras bibliotecas con un pequeño texto a propósito de las mismas (nueva.gomorra@gmail.com). Esos puentes nos unen, recordad.

6 comentarios:

Amanecer Nocturno dijo...

A mí también me encanta mirar los libros y la nevera, pero claro, como vivo en un piso compartido y la mayoría de mis amigos también, pues no es que tengamos muchos libros, a parte de los de la carrera y algunos de los que nos gustan. Así que, yo casi siempre me inclino por ver qué tesoros tienen en la nevera, que será cotillear, pero te hace conocer aspectos de la persona que no se dicen con palabras.

Un beso!

Roque dijo...

Me encanta esta etiqueta, Juan. Es muy original. Si un día me atrevo, te mandaré una fotos. El texto, si nos importa, os lo dejo a vosotros.

Cálido archipiélago, Cristina. Libros, tangos, libros, amistad... Nuestros pequeños paraísos.

Roque dijo...

Vino, tangos, libros, amistad... Eso quería decir.

Anónimo dijo...

Lugares comunes Roque, esos que nos agarran a la vida!. Anímate, ha sido divertido participar.
Cristina

Juan Cruz López dijo...

Anímate, Roque, llevas siguiendo el blog desde hace mucho tiempo y nunca nos has mandado nada, a pesar de tu continua participación.

Cristina, muchas gracias por participar. Ya sabes que esta es tu casa.

Amaroq dijo...

Yo quiero mandar fotos de mi biblioteca ambulante que ha ido de aquí para allá y a la que le faltan cada vez más miembros, cada vez más amputada y que ha vivido durante años en un montón de pisos compartidos y luego en pisos no compartidos y luego en tiendas de campaña y sabe nostro señor dónde. Les compré una casita de madera que planté en el huerto que hay al lado de la casa de mis padres, para que mi biblioteca fuera un sitio al que volver y no estar preocupada cada vez que vivía una mudanza, pero pasó que al poco de pensar en irme por primera vez me di cuenta de que no se puede ir de aquí para allá demasiado cargada, que para cambiar de vida hay que deshacerse del pasado. Envié un montón de libros a un montón de gente que ni siquiera conocía, porque puse un anuncio en el blog que tenía entonces, también di muchos libros a mucha gente que en aquel entonces eran amigos, aunque no estoy segura de si en algún momento afirmé regalarlos o dije que los dejaba, el caso es que no se me ha devuelto ninguno. Luego siempre me llevaba o me hacía mandar un montón de libros al norte y me gastaba una pasta en correos para arriba y para abajo. Muchos seguían estando en mi casita de madera en mi pueblo, otros estaban en mi casita de madera de Laponia, muchos, hasta que me fui de allí y mi coche fue su casa, de no demasiados, una treintena o así, hasta que ese coche fue declarado siniestro total después de un accidente y los libros se quedaron atrapados entre el coche aplastado y sólo pude recuperar un par que tienen escrito ESTE LIBRO SOBREVIVIÓ A UN ACCIDENTE DE COCHE. Luego mi cabaña del huerto de mis padres seguía teniendo cosas y llegaban cosas porque me lié con un hombre de mi pueblo que vivía en el pueblogande de al lado y me fui a vivir con él pero no tenía ni un sólo libro y por tanto tampoco tenía sitio para ponerlos y después de seis meses viviendo juntos cuando ya lo había convencido de que me dejara que pusiera toda llena de estanterías una habitación vacía que en el futuro habría sido la habitación de los niños, pues entonces menos mal que aún no había llevado nada porque llegaron los carnavales y la mañana después de carnavales me dejó porque yo le dije chato, ya lo tienes bien, a dormir a casa que llevas tol santo día de fiesta y te va a dar un algo. Ahora desde hace un mes me he alquilado una casa en mi pueblo de siempre que es una casa supergrande en la que no hay nada pero en el salón ha quedado un mueble del inquilino anterior en el que me hubiera venido de putísima madre poner un par de estanterías pero no se puede sacar el mueble así que he puesto las estanterías en mi habitación y empecé a traerme libros de mi cabañita y ahora mi habitación es mi biblioteca aunque no me los he traído todos todos todos porque después de traer unas cuantas decenas me cansé y me hice daño en el hombro llevando la carretilla llena de libros de mi cabañita a mi casa nueva, y hasta que no me vuelvan a entrar ganas pues no seguiré llevando. pero a ver si mando una foto, sí.