no es la unión de vocales y consonantes
las que hacen la fonología del sentimiento.
La amo, pero cómo no amarla,
junto a su sábana tibia y su pelo encarnado en beso.
Cómo no amarla si le baila la luna en la boca.
Si el río pasa miedo si ella se desploma junto al borde de
la orilla
y no lo toca.
Cómo no haberla amado
si llena vacíos con huecos
si alza apretada con ira la mano,
si el hambre la calla golpea al crujir de tripas que la
amordaza.
Amarla a pié juntillas,
con sus soliloquios en ristre y su mirada sin ganas
con su verde en el viento y su grito que amarga
y su tizne en el pecho.
Cómo no amar a Clara,
la que espera esperanzas y se hiela de frío
cuando sabe que el viento no amaga
y suenan en las ventanas los cristales
Clara se abren las tripas a tiras y escarcha
mientras muerde sus labios la rabia.
Sería tan difícil no amar a Clara.
Ángel Rodríguez López
1 comentario:
Oye, pues que suerte tiene LAura también.
Saludos gente.
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