21 dic 2011

Vida de perras: la casa de Layla

Layla Martínez no os dejará indiferentes. Su poesía no os dejará indiferentes. Parece que ahora solo se persigue precisamente eso, romper, romper por romper, dejarnos con la boca abierta, pero lo de Layla es diferente. La conocí a través de La jauría, que me llevó a su blog: Vida de perras; a partir de ahí empecé a leerla habitualmente, celebrando sus actualizaciones. Y es que Layla tiene cosas que contar. La voz imperativa e irreverente desde la que se barrunta el tono de sus versos nos invita a tomar partido. A veces nos ponemos en guardia, otras aplaudimos el desparpajo de su yo poético, la falta de prejuicios del personaje que pone en pie estos poemas duros y bellos, como un alfiler perfecto. Os invitamos a leerla.

Organicemos
una merienda de negros
en nuestras jaulas
perversamente decoradas.

Invitemos
a los que sólo se desnudan
delante de sus mascotas
y a los estigmatizados
por sus eccemas,
a los hidrocefálicos
y a los soriásicos,
a los de cráneo
infradesarrollado
y a los enfermos
del mal de Brag,
con sus rojos michelines
de carne temblorosa.

Encendamos
la música
y obliguémosles
a bailar.



Los niños deformes son dignos de amor. A pesar de sus boquitas ansiosas y sus lenguas ansiosas y sus glándulas ansiosas. Amadles como amáis a los soriásicos de rostros lácteos y a los supurantes de encías azules. Amadles a pesar de sus deditos sórdidos y sus manos rechonchas. Amadles como amáis a los amputados múltiples de pollas y a los retrasados que habitan el reino blanco. Amadles a pesar de sus eccemas húmedos y sus clavículas obesamente mórbidas. Amadles y después dadles de comer las sobras de vuestros platos y decorad sus jaulas.

15 comentarios:

Darío dijo...

Es una maravillosa casa para salvajes.

Juan Cruz López dijo...

Ni que lo digas.

Eleanor Smith # dijo...

Adoro a Layla. Acá está el porqué.

Un beso o 2 #

Roque dijo...

No la conocía. Gracias Juan.

Anónimo dijo...

Cierto. cualquier cosa, cualquier reacción, mental, fisiológica incluso. Indioferencia ante Layla, imposible.

Anónimo dijo...

tampoco la conocía, pero me ha gustado el poema. habrá que leerla mas. Ángel

Anónimo dijo...

Tampoco yo conocía ni a la autora ni el texto, pero me parece que voy a ser la aguafiestas de hoy. Después de leer atentamente el texto, tengo que decir que me parece precisamente uno de esos textos que busca el epatar por el epatar, el "romper" por el "romper", simple y llanamente. No hay nada a lo que aferrarse, más que un mero desear llamar la atención a toda costa, a costa de lo que sea.

Una golondrina no hace verano. Un par de imágenes desagradables y de gusto bastante cuestionable, rozando peligrosamente lo sensacionalista, no hacen un buen texto. Me parece un mero ejercicio de enturbiar un charco para que aparente un mínimo de profundidad totalmente ausente, a mi entender.

Y cuando un texto me grita esa sensación de un modo tan cristalino y penetrante como este caso, precisamente lo único que me provoca su lectura es indiferencia. Y mucho desencanto también.


Perdonad mi sinceridad, es simplemente mi opinión.

María

Layla dijo...

por supuesto que respeto tu opinión, pero déjame decir que nada más lejos de mi intención que llamar la atención por llamar la atención. Es simplemente que tenemos una sensibilidad y unos gustos diferentes, pero eso no significa que yo quiera ser sensacionalista. En cualquier caso, siempre aprecio la sinceridad ;)

Layla dijo...

Por otra parte, en general la ruptura por la ruptura y el mal gusto me parecen posicionamientos estéticos válidos. Profundidad obviamente no tiene, pero tampoco es algo que busque cuando escribo.

(perdón por hacerlo en dos mensajes diferentes, pero se me ha cortado la conexión)

Anónimo dijo...

Hola, Layla. Muchas gracias por tu respuesta y por tu comprensión hacia mi opinión. Me parece que planteas unos puntos muy válidos y es siempre muy valioso conocer los principios que informan la actividad del autor de un texto.

Un lector sólo puede percibir el texto en sí y apropiárselo, no puede agotar las intenciones del autor. Por eso, mis opiniones se basan en mi lectura de un texto, sin otras informaciones. Y precisamente por eso resulta tanto más interesante conocer tus puntos de vista. Muchas gracias.

Hay algo a lo que quería responder. Tienes razón, comparto tu opinión de que el mal gusto (o dejémoslo en cuestionable, "mal gusto" me parece demasiado absoluto y el gusto siempre es algo subjetivo) es un posicionamiento estético absolutamente válido. El problema para mí radica en el cómo se emplee. Y creo que ahí radica el punto decisivo: cómo, cuándo, por qué y cómo.

En este caso, como ya has visto, a mí no me convence en absoluto, pero estoy hablando desde mi subjetividad, lógicamente.

Gracias, de nuevo.

María

Anónimo dijo...

Y, naturalmente, todas las opiniones, positivas o negativas, partiendo de una base:

la admiración por quienes tienen la valentía de lanzar un texto al mundo.

María

Juan Cruz López dijo...

Se agradece siempre tu sinceridad, María. De todas formas, creo que el trabajo de Layla es muy interesante.

Amanecer Nocturno dijo...

Me gusta la sensación que te deja al final el poema/texto. O no, no lo sé.

Anónimo dijo...

María, ¿por qué no comentas el que tienes que comentar; sí, el de Michael en el súper infra blog de Layla?
Encuéntranos a todos.

nueva sodoma dijo...

Madre mía, pues sí que ha dado de sí esta chica. Layla, vente con nosotros.