Marta siempre camina lento,
con prisa pero lenta,
le cuesta trabajo no trabarse en el paso
con esos pies suyos, tan enormes.
Por eso Marta llega tarde
y los besos le caducan entre los dientes
y su lengua se reseca de respirar fatigada por la boca.
Sus rodillas son torpes y se le encadena el muslo al gemelo
haciendo un largo paseo su camino.
Sube, Marta, lenta por su cuesta arriba arrastrando los pies
ya casi sin dedos buscando sin encontrarse.
Se hace su día largo,
la calle enorme y su mundo pequeño sobre su suela raída.
Pero camina, ella siempre camina,
sin pausa y hacia delante
vomitándole resistencia a la derrota, negándole triunfos la fracaso.
Ángel Rodríguez
5 comentarios:
Joder, ya me gustaría a mí caminar tanto como Marta.
a más de uno, no creas
"Negándole triunfos al fracaso"... buen final, me lo llevo en el bolsillo para los próximos días, meses y años.
Me ha gustado lo de "se le encadena el muslo al gemelo", me ha hecho sonreír. Y, sobre todo, el ritmo y el sonido de esto: "le cuesta trabajo no trabarse en el paso". Realmente cuesta no trabarse al leerlo en voz alta, da muy bien la idea.
No sé si se puede hablar ya de una serie de poemas con nombre de chica ("Violeta", "Marta"), que trabajan bien la observación del movimiento, del devenir, del estar en el mundo de las protagonistas...
Gracias por compartirlo.
María
Sí, se puede hablar de ese proyecto, María, del que poco a poco vamos viendo algunas muestras. Ángel está preparando una colección que trabaja precisamente el tema del que hablas. Esperamos que, como Poesía para perdedores, pueda publicarse sin mayor problema.
estoy trabajando en un poemario de mujeres. a ver como salen, pero estoy contento con lo que va saliendo.
Gracias maría, he leido tan solo una vez este poema, es de hace un par de semanas, y a mi tb me costó trabajo no trabarme al hacerlo, un abrazo.Ángel
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