Meditación trascendente
La vida es luchar,
sonreír
y disgustarse.
La vida verdadera
es el puesto humilde
que tengo en el hogar,
el pan y el vino
que me cuesta
tanto esfuerzo,
tantos disgustos
y a veces
tantas lágrimas.
El cine y el café
también son vida.
Las estrellas no sé
si serán vida:
están en el cielo,
frías y lejanas
y su luz no
brilla casi nada.
Por eso uno no usa
la luz de las estrellas
para alumbrarse:
se conforma
con una sencilla
caja de mixtos,
pobres y baratos.
Manuel María Fernández Teixeiro
4 comentarios:
esos tres primeros versos...
Así de simple.
Muy buen poema
Cjm
A mí me encanta este poeta.
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