17 nov 2011

Meditación trascendente


La vida es luchar,
sonreír
y disgustarse.
La vida verdadera
es el puesto humilde
que tengo en el hogar,
el pan y el vino
que me cuesta
tanto esfuerzo,
tantos disgustos
y a veces
tantas lágrimas.
El cine y el café
también son vida.
Las estrellas no sé
si serán vida:
están en el cielo,
frías y lejanas
y su luz no
brilla casi nada.
Por eso uno no usa
la luz de las estrellas
para alumbrarse:
se conforma
con una sencilla
caja de mixtos,
pobres y baratos.

Manuel María Fernández Teixeiro

4 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

esos tres primeros versos...

Darío dijo...

Así de simple.

Anónimo dijo...

Muy buen poema
Cjm

nueva gomorra dijo...

A mí me encanta este poeta.