2 ago 2011

Isabel Bono en Voces del extremo

Fotografía de El cable azul

La madurez de repente

La madurez de repente
un día cualquiera.
Con el tiempo justo
para huir de los espejos.
Te atrapa la mirada fija,
el gesto breve,
la cabeza alta;
no queda más remedio que rendirse.
La madurez de repente
un día cualquiera,
y ya somos intrusos
en nuestros propios cuerpos.

2 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

siempre fuimos prisioneros
sin saberlo
confeccionando nuestro pretérito
hacia el paso encanecido
el cuerpo que cruje
el hueso que cruje
una máquina que falla
con un niñ@ dentro que tiembla

Roque dijo...

Qué gran poema, Isabel.