29 nov 2010

Una guerra a medias


Debemos huir con todo empeño de la soberbia, del desprecio y de la arrogancia en los momentos en que todo nos resulta prósperamente y a pedir de boca, porque es nota de liviandad de ánimo no saber moderarse tanto en la fortuna próspera como en la adversa.

Sobre los deberes, Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.)

La guerra es larga.
No pienses
que has logrado
la victoria
con este par de batallas
ganadas por la suerte,
que ahora no es esquiva.
Sospecha del viento.

Piensa que es ahora
cuando empieza todo
y aprende la lección
del que nunca desespera.
Que cada mañana
se te abra el mundo
de par en par
y no te niegues la esperanza.

Escucha
(siempre escucha)
los consejos de los tuyos
y que sea la memoria
tu arma más preciada.

Recuerda finalmente
que no hay otra victoria
que haberse merecido
la paz del moribundo.

Juan Cruz López

2 comentarios:

julia dijo...

pues resulta que la entrada "oculta" la estoy haciendo, pero tù sabes, en vez de darle a guardar entrada le di a publicar, los cortocircuitillos, y dije mierda, ojala no se publiaue, entonces en el listado de entradas aparece como publicada pero no sale porque la bloqueé mentalmente... jijiji... raro, raro... ya saldra lo de desentendiendo... un beso grande para allá...

Anónimo dijo...

Es un poema muy sostenido, Juan. Espero que estéis calentitos en estos días.

Roque