Hoy escribí una carta de amor para otro. Encuentro interesante infiltrarme por este medio en una situación así sin tener que sacrificar nada de mi sosiego. Enciendo la pipa, voy oyendo las noticias que él me da y le digo que me dé la carta que ella le ha escrito. Tuve siempre mucho cuidado en estudiar la manera como escribe una muchacha. Él está muy apasionado y me lee las cartas, que yo interrumpo de vez en cuano con cualquier observación lacónica: "Escribe bien, tiene sentimiento, es cauta, con seguridad ya ha amado otra vez...".
Además es una buena obra que hago; reúno a dos jóvenes y después yo me quito del medio. Siempre que hago feliz a un par busco después una víctima. Pero hago felices a dos personas, y desdichada, a lo sumo, a una. Yo soy un muchacho honrado y digno de confianza, nunca he engañado a nadie que se fiase de mí.
Es claro que algo salgo ganando, pero eso es de derecho. ¿Por qué yo gozo de tanta confianza? Porque sé latín, estudio con asiduidad y guardo para mí mis historias. ¿Y no seré yo digno de tanta confianza? Nunca he abusado de ella...
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