Fuimos a recoger cerezas, tu padre y yo. Y nos peleamos mientras las recogíamos, y en el camino de vuelta a casa no intercambiamos ni una palabra. Tu padre tampoco me tocó mientras recogíamos cerezas en el enorme viñedo sin gente. Se plantó como una estaca a mi lado y no paraba de escupir huesos de ciruela húmedos y viscosos, y en ese momento supe que me daría muchas palizas en la vida.
4 comentarios:
uff
Interesante continuidad entre los caramelos de cereza alemanes de la entrada enterior y las cerezas de Herta Müller...
María
Ediciones tan buenas y económicas como hizo Público serán difíciles de volverlas a ver. Una lástima Su cierre
Cjm
Totalmente de acuerdo, Curro.
Publicar un comentario