13 sept 2011

Cuento del joven que buscaba una flor en la barba de un viejo


En un país tan lejano
de aquí como de la luz,
en otro tiempo, en otro lugar,
vivía un joven que buscaba
una flor que habitaba
(según los más sabios profetas y oráculos)
dentro de la barba de un viejo.
Anduvo días y noches
por orografías cúbicas y hexagonales
encontrando por fin al anciano
en cuya barba habitaba esa flor tan deseada.
Empezó a remover y agitar la barba,
buscando a tiempo infinito,
hasta que la encontró allí donde menos afilada estaba la luz;
pero descubrió que no la había estado buscando
por ser la flor más bella jamás vista
sino porque simplemente quería sentir su olor.
Inspiró y al instante de sus ojos salió una lágrima
y de ésta salió un viejo
y del viejo una nueva flor aún mucho más bella,
y quiso olerla...
Pero al inspirar para recoger ese misterioso y enigmático olor, ésta murió.
¿Buscas la belleza?
¿O quizá ese enigmático olor?
¿O tal vez esa orografía extraña para tu experiencia?
¡No! Ya sé lo que estás buscando.
¿Estás buscando una moraleja?
Lo comprendo, todo cuento debe tener una moraleja.

Curro Jiménez Melero -NG-

4 comentarios:

nueva gomorra dijo...

Lo de las moralejas nunca ha sido tuyo. Olé!

Isabel Tejada Balsas dijo...

buen final .^

Anónimo dijo...

Me gusta mucho el cuento!!! :)

Mauh!

Anónimo dijo...

Un cuento precioso. La moraleja... que cada cual encuentre la suya.