A veces me parece
que sólo existe cuando calla.
En su silencio oscuro,
en el carbón mojado con que mira
el viejo árbol talado,
enfermo,
taladrado,
las duras ramas secas,
su sangre derramada...
El tronco sauce roto.
Como quemada tierra
opaco su tamiz,
su micromundo.
Aquel espacio inexpugnable,
tan sólo franqueable
tras tres copas de vino,
las altas horas de una noche
y una ilusión de amar premeditada.
A veces
sombra,
gato,
búho.
A veces muerto de callado que se queda...
Fantasma esteta camuflado,
cabellos despeinados,
gesto ya de antemano descuidado.
A veces calla cuando callo,
y deja mella de palabras
a preguntas
que rondaban los portales
como gatos.
Entre copas, bocas, copas...
Queda un silencio mano a mano,
y es cuando vuelve la mirada
a ese lugar privado,
de acceso restringido,
al que yo nunca tendré entrada.
Paz Gómez (Poetica Seminarii, mayo-junio 2004)
2 comentarios:
Paz, por jaen se te echa de menos, a ver cuando vienes a besarnos. Ángel
Me ha gustado mucho, Paz. Me he acordado mucho últimamente de nuestras sesiones de traducción a la vista...;-)
Un beso y cuidate mucho, allí donde estés.
V.
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