18 nov 2010

Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce


Nos dimos cuenta bastante pronto. Al menos el círculo en que me movía. Unos se pusieron a estudiar catalán, otros buscaron trabajos estables, alguno se fue a Madrid, a Andalucía, al extranjero, y no se ha vuelto a saber de él. La literatura, entendida de aquella manera descomunal, si se la ve de forma compasiva, era la no asunción de ningún rol. Y así no se puede vivir.

1 comentario:

Comtessa d´Angeville dijo...

Pues no. Así no se puede vivir.