7 ene 2010

Quería tu boca

Mi querido Harry, no me comporté como si fuera un trato comercial, y no le hice explícitamente una propuesta de matrimonio. Le dije que la amaba y ella respondió que no era digna de ser mi esposa.

El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde.

Extraña experiencia y bruma,
tan loca como tu baile.
Te deseé...
como el ciego que exige
la luz en su noche.
Te deseé...
El deseo se ofreció

-son seis mil-

pero como un estallido,
surgió una especie de amor pueril
y no quise su sexo,
quise su boca.
Pero Dios había prohibido los besos
en aquel sitio.
Tú me agarrabas la polla

-vamos arriba-

pero no quería tu sexo,
tan difícil era de comprender...,
quería tu boca

-vamos arriba, fóllame-

y en medio del rito,
aturdido ya por tanta ginebra,
me fui corriendo, maldiciéndote, gritando:

¡No quiero tu sexo, quiero tu boca!


Como Saturno, indispuesto,
empecé a vomitar hijos
que anteriormente había devorado.
Prometeo apagó el fuego que
había robado a los dioses,
temiendo un castigo.

¡Deseaba tu boca!

Pero para que engañarnos,
tu mañana seguirás trabajándote
y yo maldiciéndome por vivir
en un mundo tan... real.
Obligándome a no creer
ni en finales felices
ni en cuentos de hadas.

Quería tu boca
es el primer poema de El cazador de pompas (metáforas de lo efímero), libro de poemas del ciudadano neogomorrita Curro Jiménez Melero. Un libro que publicaremos secuencialmente en distintas entradas y que vio la luz por primera vez en la extinta y magnífica revista digital argentina Federatas.

1 comentario:

nueva gomorra dijo...

¡Qué bueno es este cazador de pompas! Enhorabuena, Curro, puro realismo sucio del bueno.

Excelente nueva etiqueta, Lot, a por la multiplicación de las categorías, para que luego digan de las manías clasificatorias de la gente.

Brbrbr -NG-