18 mar 2009

50 pasos para dar el salto, de Juan Cruz López


REGALO

1985. La joven astronauta afroamericana Luisa Simpson se despide de su marido la noche antes de salir con la primera expedición aeroespacial comandada por una mujer de raza negra. Luisa le recuerda que cumplirá años orbitando alrededor de la Tierra y Thomas, su marido, le dice un tanto azorado que no se preocupe, que ya se las ingeniará para hacerle llegar un regalo de los que no se olvidan.

Al otro lado del planeta, un ultranacionalista eslavo llamado Lukas Kosictz decide, tras viajar por medio mundo, hacer algo por su patria, y como considera que lo que diferencia a simple vista a su país del resto de naciones civilizadas es la terrible suciedad de sus cunetas, dirige un grupo de abnegados militantes que esparcen concienzudamente por todos los linderos de las carreteras una sustancia inflamable con la que una noche, una noche clara y fresca de verano, prenden fuego a todas las cunetas de su país, pretendiendo así limpiarlas.

En ese mismo momento, justo el día de su cumpleaños, a la astronauta afroamericana se le saltan las lágrimas cuando en la noche, en la para ella negra y volcánica noche de una de las mitades del planeta azul, una rosa de fuego le hace preguntarse en qué lugar oscuro de nuestra alma se encuentran los límites del amor.
50 pasos para dar el salto, Juan Cruz López.
Berenice. Córdoba: 2009. Premio Andalucía Joven de Narrativa 2008.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ahh, pero es que el amor ha tenido alguna vez límites?????? este libro es un librazo....... se puede encontrar en la fnac, en casa del libro, en librerías de viejo, en metrópolis, en cuba, en moscú, y hasta en la gran manzana..... que nadie se abstenga de leerlo.

-NG-

blumm dijo...

Estuve a punto de llevármelo el martes de Metrópolis. Me lo sugirió Antonio, el librero que acompaña a José Luis.

Iba buscando otra cosa. No me llevé nada al final.

Quiero que alguien me de una razón para hacerlo, para leerlo.

Después, sólo después quizás lo reseñe o en Cinzano o en Desóxido.

Sólo una. Me basta.

Gracias.

Anónimo dijo...

Hola Blum, pues yo te doy algunas, de las mias claro está. Porque es literatura de verdad, sin mas, porque creo que busca algun tipo de poesia en la experiencia cotidiana o no, y eso es muy valiente, querer encontrar alguna sensación de verdad personal en historias que uno creen que le han pasado o las ha visto en la tele una noche borracho de insomnio, o que le hubieran gustado que le pasaran. Y porque el tío es un ejemplo de compromiso con la escritura desde que era un chaval, lo lean y lo publiquen o no, lo reseñen o lo dejen de reseñar. Que mas te digo ya van unas cuantas, innecesarias en realidad ya que si lo lees se vende solo...
Un saludo, tu blog esta interesante.

Anónimo dijo...

Para empezar de alguna manera, ya el título es uno de los motivos por los que este libro debería abrirse y ser devorado hasta el mismísimo pozo oscuro, porque al hacerlo se tiene la sensación de querer leer otros cincuenta más (con perdón de los concurso y las ventas y los editores y la reputa que los parió), porque este loco te invita a ser valiente, porque aquí encontrarás más vida que en un charco de agua estancada llena de bichos o en descoloridas alfombras saturadas de ejércitos de ácaros, porque al abrirlo se derrama compromiso, constancia y coraje, y eso no es tan fácil de encontrar, porque esta es literadura de la buena…

-NG-

Anónimo dijo...

La búsqueda de los motivos, la necesidad de explicar la realidad, de separar lo bueno de lo malo, la briega y el vivaqueo ontológico, suelen tomar una dirección que, en ocasiones, desemboca en la pérdida de sentido, en el relativismo más atroz, en la mistificación y en cierto "roneo" y diletantismo intelectual.
Sin embargo, y al margen de nuestra disposición en catenaccio cuando se plantea una defensa de los intereses del común gomorrita (y en particular de la joya de su corona recién colectivizada: señor juan cruz lopez), el suyo puede interpretarse como un llamado necesario, fecundo, multicolor.
Mi consejo es que se deje llevar por otros aires. No busque los motivos: los motivos desmotivan. Si uno busca los motivos termina por no dar el salto, y lo que es mas importante: se olvida de contar los pasos, no se si me entiende.
Eso sí, Señor Blum, le rogamos encarecidamente que siga provocándonos de esta manera. El sector más intransigente de Neogomorra le felicita por su denodado ejercicio de catalización en el despertar de aminoácidos que sostiene este proyecto.

F.E.C.A.L. (NG)

Leyente Cinzano dijo...

Blumm, voy a por él mañana, vayan a agotarse. De verdad. Tomando café vemos cómo enfocarlo.

El título me recuerda a la onda Afterpop de Fdz Porta y Mora. No sé...

Pero entra en cola. Que estoy con Gombrowicz y a Gombrowics hay que respetarlo.

Anónimo dijo...

este tío ha ganao tb el premio del injuve, no?