12 may 2018

Al hilo de una devolución cualquiera...


Tengo una montaña de libros en una de las mesas del salón. Es la montaña de los libros leídos que, por una razón u otra, he apartado para hablar de ellos en Nueva Gomorra. Este libro es uno de ellos. Me lo prestaron hace poco y no tiene ni una sola página doblada. Me lo leí muy rápido, como casi todos los diarios cortos que encuentro, y me gustó. Pero hoy no se trata de eso. Se trata, más bien, de la montaña, de las listas de cosas pendientes, de los libros que siempre quieres devolver y luego nunca envías a tus amigos. Sí, es eso lo que me importa ahora: limpiar, o depurar más bien. Ganar la sensación de que hay tiempo para todo, de que todo puede volver a comenzar. Y para ello, lo primero, mantener el orden. No importa cuánto dure... Sobra la idea de lo que permanece intacto. Empiezo por pensar que me queda un día entero por delante. ¿Queda alguien vivo en la ciudad?

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