29 ene 2017

Pan en la tierra


Hago un receso para animar la hoguera de este blog, que lleva encendida desde hace casi diez años. La casa empantanada mientras tanto. Aprovecho que estoy solo para volver despacio a lo que no requiere urgencia. Sobre la mesa, debajo de otro montón, Tierra, el último libro de Guillermo Fernández Rojano, espera que lo revisite. No sé ni cuántas páginas dobladas hay. Me quedo con un texto que resuena en mi memoria desde su primera lectura y amplifica esta felicidad mínima, humana y mensurable, como el café de este domingo y el anticipo presentido del amor. A pesar del frío externo, se está caliente aquí. En la página 55 leemos:

LA madre coloca sobre la mesa las semillas del trigo, las lentejas germinadas, un espejo, una pecera con peces. La panadería se llena de la luz del primer día del mundo, Asaka, provincia de Andillán, Uzbekistán, 21 de marzo de 1901. En las calles, tambores y panderetas, hogueras y cantos. Pétalos de rosas se dispersan en el aire, se arremolinan y caen posándose sobre la frente de quien pasa. Los viejos anudan las semillas por sus tallos y las echan a los ríos. El deseo es anterior a la vida. Sobre la piedra, la masa; a su lado, la cebolla y la carne, la masa sola con sésamo, la masa de trigo extendida sobre la piedra caliente. Bailan los extraños, otros escuchan historias de libertad, los extraños tiene alas, vuelan por el parque. El hombre entra por la puerta trasera de la tahona y abraza a Halima, la panadera, muerde el pan ácimo de sus manos y, sin decir nada, sale por la misma puerta para no volver nunca.

- Tierra, Guillermo Fernandez Rojano (Taller Clandestino de las Letras. Castellón: 2015). 

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