18 oct 2012

El sueño de la soledad también produce monstruos


CAMINO POR la carretera de Ausejo, en un intento de vaciarme de grasa y de llenarme de soledad, cuando recibo una llamada de mi amigo Eneko. [...] Nos felicitamos el año y me pone al día de las novedades musicales (Wilco, The Jayhawks, Zombie Valentines). Junto con su voz me llega el rugido del tráfico de Madrid, pero a la fiera del ruido la espanta la silueta de un alcaudón real. Entonces le cambio de tema y le digo:
-Joder, siempre que veo un pájaro poco común no llevo encima los prismáticos.
Y él me contesta:
-Eres como yo: siempre tienes que estar lamentándote por algo.
Le dejo que continúe hablando hasta que decide colgar. Continúo el paseo rumiando su verdad. Seguramente el sueño de la soledad también produce monstruos. Porque tengo la impresión de que en estos paseos la grasa que quemo la transformo en egoísmo. Y adelgazo de cintura pero engordo de soledad. Y no está mal que un amigo me recuerde de vez en cuando de qué harina estoy hecho.

- De Días bajo cielo, José Ignacio Foronda (Pepitas de calabaza, 2011)

2 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

uff...

Juan Cruz López dijo...

Cuando me lo devuelva, te lo presto. Te va a gustar.