De la lectura de sus sus poemas podemos conocer a una mujer llena de compromiso, ternura y entereza. Un universo personal construido -porque Begoña elige cómo quiere que sea su vida- desde la soledad con amigas y amigos, hijos y nietas, madre, padre y abuelos. Aprender a vivir, aprender a volar. Desde el dolor, el miedo; desde la experiencia, desde lo que no se quiere, desde qué y cómo se quiere. Elegir cómo amar sin excusas, reir, perdonar y disfrutar del momento. Revolverse ante el poder, posicionarse del lado de la solidaridad, de la justicia social, de la utopía, de la dignidad. Unas alas que cualquiera de nosotras, de nosotros, con tesón podemos también usar.
Nací para aprender
y saberlo me mantiene
humildemente feliz
y eternamente asombrada
- Una ciudadana de Nueva Gomorra nos envía esta reseña de una poeta amiga de esta casa, Begoña Abad. Si queréis leer algo más de Begoña no os tenéis que ir muy lejos, aquí podéis.
2 comentarios:
Gran poeta. Y gran poética la suya.
si es cierto, es una muy buena poeta.Ángel
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