25 sept 2011
Tomenta de arena
Abrí los ojos en la noche
y vi el rostro
joven
y también bello
de Rosa Amalfitano,
pero Rosa Amalfitano no existía.
Luego intenté dormirme.
Soñé con cruces en el desierto,
con manos y pies varados
como restos de un naufragio
sobre la arena estéril.
Soñé con perros negros
y viejos ermitaños locos,
con pájaros funestos
pareciera que fugados
de algún cuento de Lovecraft,
y desperté creyendo
que una tempestad de arena
me había devorado.
Sentí la piel en carne viva.
Ahora sé por qué hay hombres
que duermen por las noches
apretando un amuleto.
Juan Cruz López
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6 comentarios:
Me ha gustado... especialmente apretado y bien urdido:
"Soñé con cruces en el desierto,
con manos y pies varados
como restos de un naufragio
sobre la arena estéril.
Soñé con perros negros
y viejos ermitaños locos,
con pájaros funestos"
No sé si aludir a Lovecraft explícitamente era necesario ;-), estaba ahí ya.
Hay también algo aue me hace pensar en Hoffmann en el ambiente descrito que me gusta. Lo he disfrutado.
Gracias.
María
uooo O.O
(tremendícolo Juan)
Claro, María, estaba pensando en los chotacabras. Atinada siempre. No creas, es algo que está bailando -lo de la mención expresa, digo- desde que escribí el poema hace más de un año.
Graciás Bel.
Juanito, sigue con esos sueños hiper dementes. Ángel
Chotacabras, Juan, esos pájaros terrorifícos. Bravo. Solo de pensarlo tiemblo. Genial.
Ángel, gracias. Terroríficos y feotes, aunque un poco graciosos. Un saludo, Roque.
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