25 ago 2011

Hay hombres, un poema de Leonard Cohen


Hay hombres
que deberían tener montañas
para eternizar sus nombres en el tiempo.

Las lápidas de los sepulcros no son lo suficientemente altas
ni verdes,
y los hijos se alejan
para perder el puño
que la mano de sus padres parecerá siempre.

Yo tuve un amigo:
vivió y murió en absoluto silencio
y con dignidad,
no dejó libro, ni hijo, ni una amante que le llorara.

Tampoco es esto una canción fúnebre,
sino sólo el nombre de esta montaña
sobre la que camino,
fragante, oscura y delicadamente blanca
bajo la pálida niebla.
A esta montaña le impongo su nombre.

7 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

qué manía la eternidad

¿no somos ya eternos?

¿y si no? qué más da!

Anónimo dijo...

muy buen poema, me encanta que le imponga su nombre.Ángel.
bel, lo unico que sube al cielo son los pedos que se tiran los gusanos cuando comen nuestros despojos (albert pla) al menos, los gases lo serán

Juan Cruz López dijo...

Bueno, el rollo de la eternidad es bastante cansino, sí es verdad.

Anónimo dijo...

No sé, más bien creo que habla sobre una amistad que tuvo con alguien y la importancia que tiene para él. Le impone él nombre de su amigo a la montaña. Muy bonito sí señor... que ya tocaba que colgaras algo que la literatura no toma vacaciones en agosto sooo rata pelá

Cjm -ng-

nueva gomorra dijo...

Ese! Mándame algo!!!

Anónimo dijo...

Acaba. el cazador. Que yo recuerde quedan "calles de Babilonia" "me escupiras a la cara" y "manifiesto" esté último, por cierto, estaba dedicado a ti. Acabemoslo ya de una vez y te mando cosas nuevas.

Salud

Juan Cruz López dijo...

Claro, es verdad... Se me olvidaba El cazador...