La escritura ha sido para mí el medio fundamental, el más absoluto y poderoso que me permitió expresar el caos en que me debatía. Me permitió liberar no sólo mis ideas, sino, sobre todo, mis obsesiones más recónditas. Lo hizo cuando la tristeza y el pesimismo habían roído de tal modo mi espíritu que, como un estigma, quedaron para siempre enhebrados a la trama de mi existencia. Porque fue precisamente el desencuentro, la ambigüedad, esta melancolía frente a lo efímero, el origen de mi desesperada y absoluta entrega a la literatura.
Ernesto Sábato
Especial sobre él en la revista Mercurio de este mes.
2 comentarios:
me suena...
(me encanta el nuevo look *.*)
Me alegro, Bel. Una abrazo.
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