Visitar a los compadres es un placer. Les regalo botellas de vino. Ellos me regalan flores y sonrisas, también poesía. Vino extremeño por princesas madrileñas atormentadas por el amor inmisericorde de Nicolai. Un libro que espero ver publicado alguna vez cae en mis manos. Se llama En Madrid ya no hay estrellas. Otro proyecto del que hablamos lleva puesta una etiqueta mítica: Tormenta de mierda, el nombre original de Estrella distante. El nombre que rechazó Herralde. Intercambios. Felicidad proyectada hacia el futuro. Libros y películas. El Noru siempre tiene algo bueno que ofrecerte: mil películas y Las calles de arena, un cómic delicioso. Esta vez no tengo nada para él... Sueños, si acaso, como siempre, sueños, y algo parecido a la determinación. No nos cansaremos. Nicolai hace fotos, muchas, habla de sus clases, de la idea que le ronda en la cabeza desde hace algunos años. Ahora compone unos vídeos que espero ver colgados por ahí en breve. Algunos son lorquianos y otros son bantante grunges, pero todos son bonitos, poéticos, emocionantes. Nicolai y el Noru forman una pareja estelar. Los imagino sumergidos hasta el cuello en Mar de cristal (líneas 4 y 8), sobrellevando la tormenta. Y al final veo al pequeño Olmo, más guapo que su padre y menos bandido. Entonces pienso en los caminos de baldosas amarillas que me llevan a Oz. Es inexcusable imaginar cuáles son los deseos que le tengo preparados al mago. Preguntas sin respuesta, manos vacías. Nos despedimos. La melancolía es asfixiante.
3 comentarios:
en efecto, soy relativo deudor de algo que espero y que nunca llegará
Hola, esa foto es de ahora? pero si gordi, que por cierto no parece estar gordi, está como rejuvenecido...vaya, "hecho un chaval". Un saludo.
ese cómic es una maravilla
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