No me quiero despedir de él. Lo terminé hace una semana, pero aquí sigue, junto a mis cuadernos y los vasos de café. Junto a los bolígrafos gastados y la caja de ibuprofeno medio vacía. Tren nocturno hacia Lisboa ha sido el mejor libro que he leído en lo que llevo de año. Una novela que compré hace mucho, en concreto a principios de 2009, pero que he acabado ahora. 525 páginas de una gran historia donde la obsesión y el olfato juegan un papel fundamental. Más de quinientas páginas donde el protagonista absoluto es Amadeu Prado, un personaje redondo que atrapa y sostiene todo el libro.
No, no me quiero despedir de él. Por eso he anotado en las últimas páginas, aquellas en blanco que van después del final de la novela, los nombres de todos los poetas con los que estoy contactando para que formen parte de la antología que estoy elaborando y que esperamos publicar en este mismo año. Nombres que tacho conforme me van enviando sus colaboraciones y a los que les agradezco la premura, la sincera sorpresa con la que reciben mi invitación y su humildad. Esperemos que el libro de Mercier nos traiga suerte...
No, no me quiero despedir de él. Por eso he anotado en las últimas páginas, aquellas en blanco que van después del final de la novela, los nombres de todos los poetas con los que estoy contactando para que formen parte de la antología que estoy elaborando y que esperamos publicar en este mismo año. Nombres que tacho conforme me van enviando sus colaboraciones y a los que les agradezco la premura, la sincera sorpresa con la que reciben mi invitación y su humildad. Esperemos que el libro de Mercier nos traiga suerte...
2 comentarios:
Sí has tardado, fui testigo de esa compra, tanto que acabé luego comprándolo, pero no lo he leído todavía.
Lo recuerdo, Jesús, un abrazo.
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