19 mar 2011

Literatura y supervivencia (3)

Golpeada por la historia. Vislumbró la voluntad de muerte que escondía la revolución rusa: su marido es fusilado, una hija muere de hambre en un orfanato. En agosto del 41 la poeta se ahorcó. La lucidez fue su mayor tormento. Hasta entonces había sobrevivido dentro de los márgenes de la poesía, el último reducto para la libertad.

MARINA TSVIETÁIEVA (1894-1941)

Más allá del horror:
la palabra esperada.
La casa se derrumba –
y la palabra casa.

(Poema del fin)

1 comentario:

Susan Urich Manrique dijo...

A este poema no le falta ni le sobra nada. Es, sencillamente, perfecto. Gracias por colgarlo.