El día que este invento atroz acabe
dejadme quieto en este terruño regado de sangre
que aquí florecerán amaneceres
con el estiércol suave
de cada una de mis partes.
dejadme quieto en este terruño regado de sangre
que aquí florecerán amaneceres
con el estiércol suave
de cada una de mis partes.
Ángel Rodríguez López
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