
Dices una palabra.
Tú no eres consciente
pero algo se quiebra, cruje.
Mi garganta
se crispa de repente.
Soy incapaz de hablar.
Me preguntas
que si me pasa algo
y no sé qué carajo responderte.
Me miras a los ojos.
Trago saliva.
Dices,
cambiando el gesto,
que cada vez me entiendes menos.
Entonces enderezo el cuerpo,
aprieto un puño
y tuerzo la mirada.
Te digo serenamente que no,
que es imposible
que tú
llegues a entenderme.
1 comentario:
es difícil entender a alguien al que le importa un carajo que lo entiendan... como echo de menos hablar por hablar, hablar para no entender nada, hablar para divagar y ver lo que sale de ahí...
besos Rogina.
Clara Clavel.
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