1 jul 2010

27.03.04


Ya no me parece tan extraño. Cada náufrago siempre lleva consigo su isla. Hoy es día impar y libra el autoengaño, y aunque ya sabes lo suficiente no eres capaz de dejar atrás la primera huella de tus zapatos baratos. ¿A qué has venido? No estás demasiado seguro. ¿A qué vienes? ¿A observar a la gente? Resulta irónico observar a los demás, si ni siquiera eres capaz de verte a ti mismo.

El náufrago lleva consigo su isla... y su soledad.

José J. Cerezo Cantero
(Poetica Seminarii, julio-agosto de 2004)

1 comentario:

Jesús Garrido dijo...

...y su máscara, tampoco hay náufragos sin ella.

Por cierto, veo que tenemos cosas en común, no ha pasado por desapercibido la versió subliminal del dibujo del post.