22 ene 2010

Fin de Partida, Samuel Beckett



HAMM.- Es la hora de mi historia. ¿Quieres oír mi historia?
CLOV.- No.
HAMM.- Pregunta a mi padre si quiere escuchar mi historia.

Clov se dirige hacia los cubos de basura, levanta la tapa de NAGG, mira el interior, se inclina. Pausa. Se incorpora.

CLOV.- Duerme.
HAMM.- Despiértalo.

Clov se inclina, despierta a NAGG, haciendo sonar el despertador. Palabras confusas. CLOV se incorpora.

CLOV.- No quiere escuchar tu historia.
HAMM.- Le daré un caramelo.

CLOV se inclina. Palabras confusas. CLOV se incorpora.

CLOV.- Quiere un dulce.
HAMM.- Tendrá un dulce.

CLOV se inclina. Palabras confusas. CLOV se incorpora.

CLOV.- Muy bien (CLOV se dirige hacia la puerta. Las manos de NAGG aparecen aferradas al borde. Luego surge la cabeza. CLOV abre la puerta, se vuelve) ¿Crees en la vida futura?
HAMM.- La mía lo ha sido siempre (CLOV sale dando un portazo). ¡PAM! En las narices.
NAGG.- Escucho.
HAMM.- ¡Cerdo! ¿Por qué me engendraste?
NAGG.- No podía saberlo.
HAMM.- ¿Qué? ¿qué es lo que no podías saber?
NAGG.- Que saldrías tú. (Pausa). ¿Me darás un dulce?
HAMM.-Después de que me hayas escuchado.
NAGG.-¿Lo juras?
HAMM.-Sí.
NAGG.-¿Por quién?
HAMM.- Por mi honor

Pausa. Ríen.

NAGG.- ¿Dos?
HAMM.-Uno.
NAGG.- Uno para mí y uno...
HAMM.-¡Uno! ¡Silencio! (Pausa) ¿Por dónde iba? (Pausa. Taciturno.) Se rompió, estamos rotos. (Pausa). Se romperá. (Pausa). Ya no habrá voz. (Pausa). Una gota de agua en la cabeza, por las fontanelas (Hilaridad sofocante de Nagg). Siempre se estrella en el mismo sitio (Pausa). Quizá se trate de una venita. (Pausa). Una pequeña arteria. (Pausa. Más animado). Vamos, ya es hora, ¿por dónde iba? (Pausa. Tono de narrador). El hombre se acercó lentamente, arrastrándose sobre el vientre. De palidez y escualidez admirables, parecía estar a punto de... (Pausa. Tono normal). No, ya lo conté. (Pausa. Tono de narrador). Se dejó oír un largo silencio. (Pausa).

2 comentarios:

nueva gomorra dijo...

La escena es siempre la misma. Hamm sentado en su silla de ruedas en mitad de una pieza que imagino (no recuerdo si es así exactamente) perfectamente blanca, perfectamente cuadrada. Ventanas al exterior(a ambos lados). El ambiente es de asfixia. En la habitación hay dos cubos de basura. Clov entra y sale. Está esclavizado por Hamm (no esto exactamente). A veces sucede que los cubos de basura se mueven, se comunican entre ellos: alaridos cómicos que no desgarran NADA. Los ocupantes de los cubos de basura son los padres de HAMM. No formulen la pregunta. No sabemos quién es HAMM, ni por qué CLOV insiste (demasiado) en que no puede caminar.

Detrás de las montañas mueren los elefantes, pienso en una frase blanca mientras casi termino esta gran obra de teatro. Pienso en Beckett, en cuando lo asaltaron en las calles de París, en Beckett que piensa en Proust.

¿Me permiten?:

CLOV.- ¿Por qué esta comedia, cada día?
HAMM.- La costumbre. Nunca se sabe. (Pausa). Esta noche vi en mi pecho. Había una pupa grande.
CLOV.- Te viste el corazón.
HAMM.- No, era algo vivo. (Pausa. Con angustia). ¡Clov!
CLOV.- Sí
HAMM.- ¿Qué sucede?
CLOV.- Algo sigue su curso.

P.D. Nunca jamás te voy a devolver este libro, Lot.
P.D. Mutatis mutandis con "Molloy" y Ben.

Liga de fanáticos beckettianos -NG-

Juan Cruz López dijo...

Llegué al libro hace diez años... No había leído nada de su autor y tampoco había leído mucho teatro. Creo que la edición del libro tenía un prólogo de... no lo recuerdo, que me abrío el apetito. Luego los devenires del autor. Pareciera que su fe en el lenguaje (para hablarnos de la dificultad de la comunicación). La soledad, claro. ¿Y el absurdo? Pues también.