No nos está permitido conceder a Hitler
ninguna victoria póstuma
Emil L. Fackenheim
Escribir entonces
para no conceder más victorias póstumas a Hitler:
la claudicación de nuestra esperanza,
nuestro olvido de las víctimas,
el paso tuyo amargo tras las escaleras.
Escribir, entonces, con un puñal en las manos,
con una boca viva hablando en nuestra propia boca.
Denunciar a los culpables
y salir al mundo fieramente
con poco más que rabia entre las uñas
con que hacer reventar lo viejo en lo ya nuevo;
-y estrangular los respiros
de la desaparición.
El poema pertenece a Para un tiempo herido, descargable en este enlace http://www.nodo50.org/mlrs/Biblioteca/falcon/herido.pdf
1 comentario:
Quique Falcón es un grandísimo poeta. Yo le he visto recitar varias veces y es emocionante escucharle.
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