-La virgen que conciertazo (¡premio!, avance: uno, dos...). Lo que te has perdido, el puto viejuno cantando canciones del Salmón sin parar, de las que no se sabe nadie (¡premio!).
-Camarero, por favor, póngame otro café con leche en vaso de caña y cámbieme estos diez euros para la máquina. ¿Qué decíais?
-Pues eso, que la peña se ha puesto a hacer el rollo barra brava en la canción de Los chicos y eso te hubiera gustado.
-Ya pero es que ya me han tocado mil pesetas, bueno, seis euros, y la gente del bar es de puta madre.
-Pero si no hay nada más que policias...
-Bueno, algo malo tenían que tener (avance: uno, dos, tres...). Espera, espera, espera... ¡Ole ahí! (¡premio!). ¡Camarero, póngase también... (¿qué queréis, calamares no?) dos cervezas y un plato de jamón!
-Al próximo te vienes, que cualquier día de estos se encierra y ya no vuelve a cantar.
-¡Toooooooooooooooooooooooma! (¡premio!). Me encantan las tragaperras de finales del siglo XX.
2 comentarios:
yo lo vi en cordoba, conciertazo también con buena borrachera de cerveza. Si hay algo que me guste más que las tragaperras del s.xx son las perras del xix.jejeje
curro jimenez melero
Yo también a favor de lo decimonónico.
Un tal Lucas
Publicar un comentario