El éxito de los best-sellers estriba, entre otras cosas, en el hecho de poder compartir esa lectura con otras personas. Qué soledad la del lector de Walser, Kafka o Pynchon. Es tan difícil mantener en secreto determinadas lecturas como determinados amores. O acaso ambas cosas sean lo mismo. De ahí que el gusto compartido por un libro, un escritor, un músico, sea a menudo el origen y el sustento de una amistad, como la que mantenemos Enrique Vila Matas y yo desde hace tiempo. Él me cuenta libros, lugares y escritores que ambos hemos visitado, y frecuentemente me descubre otros cuya lectura me será imposible mantener en secreto. Pero no está todo hecho, la amistad, también como el amor, debe ir alimentándose con el tiempo con besos y libros.
Se queja Enrique de lo peligroso que puede ser regalar un libro a un amigo, y se maravilla de que mientras que algunos de estos libros nunca serán leídos por la persona a la que se le regala, lo serán por desconocidos dichosos y agradecidos de poder hacerlo, como yo.
Se queja Enrique de lo peligroso que puede ser regalar un libro a un amigo, y se maravilla de que mientras que algunos de estos libros nunca serán leídos por la persona a la que se le regala, lo serán por desconocidos dichosos y agradecidos de poder hacerlo, como yo.
Es una colaboración de Matías Gámez Martínez, a quien le agradecemos una vez más su paso por la ciudad.
1 comentario:
Gracias Matías, ciudadano nativo en toda regla. Yo estoy a vueltas con Vila-Matas, a pesar de su voz de cueva y de lo gracioso que es, pero esto es otra historia...
Bram -NG-
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