21 mar 2009

A vueltas con el derecho a no leer


El escritor, poeta y columnista mexicano Juan Domingo Argüelles presenta su libro 'Historias de lecturas y lectores. Los caminos de los que sí leen', donde recoge entrevistas con intelectuales sobre sus hábitos lectores.
La obra cierra una trilogía sobre la lectura de un pensador que defiende el derecho a no leer y a demostrar el disgusto por este hábito, siempre y cuando se haya intentado alguna vez.
Y es que la lectura es un ejercicio de soledad o, al menos, de diálogo con un libro. Y los índices de lectura en relación a la venta de libros o incluso al volumen de lo publicado hablan mucho más de un divorcio que de un matrimonio. Sin embargo, reconocer que no se tiene hábito lector es una opción 'políticamente incorrecta'.
"La gente está en su derecho de no leer y decir que no le gusta. El asunto es que lo afirmen teniendo la experiencia de haber leído alguna vez. Haríamos muy mal al pregonar que es una pérdida para la Humanidad que no todo el mundo juegue fútbol, el mismo criterio se aplica para el hábito de la lectura", dijo Argüelles a EFE.
"Si llegamos a moralizar sobre el tema, podemos hacerlo sobre otros gustos de la gente. Es decir, hay personas satisfechas con otras aficiones y jamás han sentido que valen menos por no leer", agregó en una entrevista el investigador mexicano.
Los datos oficiales apuntan a que los mexicanos leen un libro al año, muy por debajo del mínimo recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Leer y no leer

Hace dos años, Argüelles publicó un libro titulado '¿Qué leen los que no leen? El poder inmaterial de la literatura, la tradición literaria y el hábito de leer', que abordaba este asunto.
En 2004 publicó 'Leer es un camino. Los libros y la lectura: del discurso autoritario a la mitología bien intencionada'. Este año acaba de lanzar la conclusión de su trilogía bajo el título 'Historias de lecturas y lectores. Los caminos de los que sí leen'.
El nuevo volumen reúne 13 entrevistas con narradores, poetas, ensayistas, cuentacuentos, científicos e investigadores como los mexicanos José Agustín, Julieta Fierro, Mónica Lavín, Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska.

Los caminos que conducen a un libro

El investigador cuestiona a los entrevistados cómo se iniciaron en la lectura, qué títulos marcaron su vida o qué placer les causa el hábito, entre otros asuntos. Así, el autor José Agustín confiesa que la lectura es una experiencia vital, además de literaria y artística. A Fierro, astrónoma, le brinda un espacio en el que encuentra respuestas a sus preguntas. Y, sin embargo, al intelectual Carlos Monsiváis le incapacita.
"Para cerrar la trilogía entrevisté a lectores consumados, con cierto prestigio y con nivel elevado de capacidad lectora, para mostrar de qué manera se habían formado cada uno de ellos", abundó Argüelles.
De esta forma, según el escritor, queda probado que los lectores son distintos y cuando son grandes aficionados, difícilmente pueden prescindir de la lectura. "Las entrevistas me sirvieron para confirmar que la mayor parte de las personas que crecen entre libros serán lectores. Sin embargo, también tuve la prueba de que a pesar de la ausencia de ejemplares en la niñez o en la juventud, las personas también pueden convertirse en grandes lectores", concluyó.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Respeto enormemente a todos aquellos que han decidido ser soberanos de su vida, no leer, no comer, no dormir, no frecuentar el sexo opuesto, en fin, todas ellas actividades, como bien es sabido, absolutamente prescindibles.
Permítanme, no obstante, una sugerencia sin ánimo de convencer a nadie (alguien apunta por ahí que la escribiente miente, pura rumorología). Se trata de un libro (la madre de los libros):
50 pasos para dar el salto,
un artefacto narrativo imparable.

Créanme, no trato de convencerlos, basta con abrir el libro y conocer a Lucía para darse cuenta de la transformación mental a la que por unos instantes nos somete el narrador, para caer en las redes que nos tiende hábilmente el autor-araña.

Como el 50, tantos otros, qué se yo, Quiroga, Cortázar (que me perdone C.F.), Carver, Maupassant, Yoshimoto. Ahora noto que el lector (¿pero no iba esto dedicado a su contrario?) desconfía y me reprocha lanzar esta sugerencia negro sobre blanco, pues piensa que el destinatario real de la misma, en ningún modo coincidirá con el destinatario deseado. Y sin embargo, estoy plenamente convencida de que las posibilidades de este mundo son múltiples y misteriosas, y de que no son pocos los caminos para la transmisión de los mensajes.
No lector, es usted tan libre como yo de rechazar el juego, pero tengo la intuición (modesta intuición) de que tal vez haya empezado por el libro equivocado. La que habla está evidentemente enferma y no concibe una vida alejada del inmenso placer de las páginas de un libro, el placer de entender o al menos de intentarlo, la apertura y la transformación mental de los universos literarios y sin embargo, sigue pensando que usted debería abrir un libro de relatos y sumergirse, qué se yo, se me ocurre que no estaría mal empezar por darle la vuelta a la tortilla,
¿conoce la historia de Kong (p. 39 del 50 pasos)?

Plat Metheny –NG-

blumm dijo...

Gracias por linkarme. Linkar es un verbo de la séptima luna de Venus pero a mí me da igual.

Os contesto por aquí.

La semana que viene voy a por el libro de Juan. Supongo que habrá, que como no es best-seller y que falta no le hace, seguirá por ahí.

Y pienso reseñarlo, cuando Gombrowicz me deje, pardiez!

Saludos.


PD: Verificación de la palabra: Chomasto

Anónimo dijo...

claro que sí, el derecho a no leer, a nos ser pesaditos con el tema, sobre todo cuando eres niño y te apetece otra cosa, no sé, jugarte un partida a la play o encaramarte en un tejado guerracivilesco. el derecho a no leer... pero también esa sospecha de la que hablas, Anne, que se empezó mal o que se empezó de mala leche, sin ganas de que el niño leyese de verdad, es decir, que leyese a su manera y porque sí, no para estar a la altura social de no se sabe que forma ideal de familia, ya sabéis de lo que hablo.

en cuanto la cosa ruede, que tal si nos pillamos la trilogía del
mexicano (otro más)?

por cierto, y sé lo que vais a pensar, pancer o mariata o quién sea reaparecen de nuevo

http://nueva-sodoma.blogspot.com/