7 ene 2009

Rescates

Todo va demasiado rápido, todo, y ya no somos futuristas. En el gran fast food turbocapitalista, incluso la cultura se sirve en formato desechable. La apisonadora del ocio exige productos a su medida y eso significa transformar la creación en un proceso mediatizado por una lógica salvaje, ajena a lo mejor del hombre, de la que siempre resulta un producto ligero, digestivo, fresco, a la medida de un consumidor final que nada tiene de saludable, sino que descansa en su sofá podrido hasta la médula, obeso y triste, harto de la misma comida de siempre, pero incapaz de cocinar algo distinto. Aquí tenemos la voracidad idiota del hombre campando a sus anchas, nuestra soberbia estupidez reinante sobre una montaña de libros cuajados de papanatadas... En un tiempo en el que la sobreproducción de las industrias (sub)culturales facilita que la compulsión por la novedad acabe determinando nuestro, digámoslo así, metabolismo cultural.

Rescates, esta sección de nuestro blog, pretende precisamente lo contrario. Vamos a convertirnos en arqueólogos de nuestros/vuestros desvanes de trastos viejos (objetos de cultura arrumbados o estropeados por un mal uso) y vamos a dar luz, una luz particular, eso sí, a los rincones del arte, la literatura o la historia, que quedaron a oscuras por culpa de nuestra estúpida manía de caminar sin volver la vista atrás. Por eso decimos que Nueva Gomorra, esta nueva ciudad que podría haber pensado Italo Calvino, es la casa de la nueva arqueologia cutural.

No hay comentarios: