28 ene 2009

Cazador de aviones


Estimados gomorrianos, caros amigos:


No puedo dejar de acogerme con desenfado y entusiasmo, no se si mucho o poco, ya saben lo que pienso sobre medir las cosas que no se pueden medir, en fin, con todo el entusiasmo que me es posible expresar ante algo, a este nuevo proyecto de subversión/redención literaria, textual, vital… Al escribir estas líneas es inevitable para mi no pensar en ustedes, casi verlos como si fuera real, a través de una pequeña mirilla en mi mente (la idea de terminar la frase con “en mi cabeza” fue tentadora, pero la deseche por excesivamente dadaísta): Jules algo perdida pero segura en su pedalear por la vida, su hermano Thor saboreando a solas (casi siempre) un café a ritmo de trepidante bee-bop, melancólico, mientras intenta descifrar en su memoria algún hecho intrincado como si la vida fuera una maquina enigma que hay que hacer ininteligible y como si esas notas que suenan lo pudieran ayudar. El poeta ácrata, ni que decir tiene, seguramente evaluando la posibilidad de gestionar algún acto infinitesimal de resistencia fenomenológica, preactiva, propio de ese vitalismo sin azucares que hace ya tanto tiempo profesa, todo mientras Miss Platt urde deliciosamente entre sus finos dedos toda esta performance cuyo fin no puede ser otro que rebelarnos contra nosotros mismos, promover un breve estruendo en la dinámica de nuestras trayectorias evocando un susurro continuo, lean, escriban, vivan!!! Sobre Monsieur La Rogne debo aclarar que si se me pregunta nunca dire nada, salvo que el miedo a la tortura me haga reconocer dignamente que algo conozco de sus relaciones con obscuras hermandades de palabras afiladas y anti-rituales microhistóricos.

Como les digo me parece formidable este, su, nuestro proyecto, al que no puedo dejar de sumarme, eso si, como siempre con una puntualización, que seria de mi sin ellas…. Y llegados aquí debo ponerme muy serio, bueno, todo lo serio que me puedo poner ante una perspectiva tan festiva (y ya saben lo relativo de las medidas y todo eso). En mi particular caso la escritura carece de cualquier brillo estético, en todo caso yo la calificaría de algo más cercano a un acto terapéutico, quiero decir, se bien queridos que en los tiempos que corren, maquínicos, repetitivos y ensordecedoramente grises, cualquier tarea, cualquier evento que nos trasponga aunque sea levemente, que nos acerque a una dimensión artística (podríamos hablar largo y tendido sobre la cuestión de lo sublime mis jóvenes postkantianos pero necesitaríamos café, vino y comida, tiempo…), toma una dimensión irremediablemente política, insurgente. Incluso puedo aceptar que a menudo, cada instante casi, luchamos palmo a palmo por el espacio de nuestras propias subjetividades, por la valía de cada microscópico acto de mismidad (sobre todo si no se cree en los juegos, las metas, los oropeles). Pero sin embargo, como les digo amigos míos, para mi la escritura, si es que se me permite aplicarme tan alta denominación no aspira mas que a una sacudida emocional (recuerdo ahora alguna crónica de Miss Platt sobre un autor japonés que estos días leo con deleite), a un torbellino en la memoria que me emocione, mejor dicho, que me conmocione por un momento, algo así como encerrase una tarde fría a tomar café y a fumar sin parar, a buscar fotos antiguas, correos, hasta canciones lejanas (ah, las canciones de otros tiempos, 3 minutos y 44 segundos para abandonarse, para dejarse ir, absolverse o hundirse).

Y bien compañeros, aunque ahora mis obligaciones tecnocráticas me requieren, vaya por delante mi firme compromiso con el proyecto gomorrista, aprovechando también para saludarlos, abrazarlos y enviarles la mejor de mis sonrisas dejándoles un pequeño artefacto textual que espero les suministre algo de paz o de malestar. La mejor de mis sonrisas desde la pequeña California.

Fdo.- el cazador de aviones.

Valientes

Valiente

hay que ser valiente para dar el paso 100
los 99 anteriores
los siguientes no valen
Nada
nada hay tras de ti
ni bajo tus pies
o al frente en el futuro
Horizonte disparado
latigazo presentido y tren en fuga
nada eres
Si el miedo te paraliza…
Así tejas con él paraísos acogedores
Nada
respiras tan solo polvo que oscurecerá tu brillo
sin el aliento esencial,
voluntad de permanecer
No sabría
No creo que nadie pueda saber
ningún oráculo
darte respuestas
sobre ser piedra o agua
por mucho que sueñe con carreras sin fin en ciudades medievales
Tal vez porque ahí
y en el fondo lo sabes amiga mía
radica nuestra bendición y nuestra condena.
Mientras
lo único que podemos hacer es decidir
que no es poco
Maldita sea
que no es poco
Mientras
La vida es batalla y la incertidumbre es cotidiana
Consigue que despliegue sus disfraces mi hermano
hazla tu compañera
baila con ella
Te aullará respuestas al oído.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bueno que viniste!

Anónimo dijo...

Acaba de aterrizar en mi cabeza un recuerdo improbable. La cara de uno de los chicos con los que trabajé de bracero en el invierno de 2004 o 2005, he terminado por confundir la carrera de los años. Sin embargo, se me hace imposible recordar su nombre. Si cierro los ojos puedo ver su silueta, una serigrafía apagada que ilumina un estampado vulgar, ordinario, excesivamente floreado o arbolado. Durante las tediosas jornadas de trabajo, aquel chico solía jugar a ser el más hombre, el más rudo de entre todos los desgraciados que doblábamos el espinazo bajo las órdenes del capataz, un hombre joven, alto y delgado que en su juventud sirvió de voluntario en la legión extranjera. Quiero decir, nuestro chico aparentaba ser un tipo duro, más valiente, más torero y más gitano; pero en el fondo, si eras capaz de traspasar su cruda corteza surcada de palabras violentas, gritos agudos y angostos aspavientos, encontrabas algo más: el chico escondía un corazón afinado en MI menor. Quiero decir, un corazón diáfano, abierto y luminoso, aunque de textura granulada, de sabor amargo, de color café, tabaco y hiel, todo mezclado. Lo conocí durante mi segundo año en la Universidad, allá por 1998, cuando aún lucía pelo largo color marrón ocuro y patillas con forma de calzador de zapatos. De esto último no estoy tan seguro, pero no suena mal. ¿Os acordais de aquel chico? Agarrado a una guitarra española, entonando canciones con urgente y desesperada honestidad. Fumando y tosiendo al mismo tiempo. Capaz de plantarle cara a las situaciones con una mezcla de audacia y demencia, casi codicia. Pero si he de ser sincero, lo que más me chocaba era su poesía, su manera de sacársela de las tripas, un grito como de ballena, un huracán delicado, una tormenta estomacal. En cierta ocasión lo encontré tomando fotos en una playa desierta del levante, un triste colector de jubilados sobre un mar muerto y recocido. Detrás de nosotros, un paseo. Mientras apuraba una cerveza, me acerqué a él y le grité:

-"¿Qué estás haciendo, gordo?" -el apelativo "gordo" debe ser tomado al mismo nivel semántico que el apelativo "flaco" bajo los cielos australes del mar del plata-

-"Cazando aviones para Neil"

Aquella fue la primera vez que alguien me confesaba tan extraña dedicación.
Años más tarde, todos perdimos de vista a aquel chico, nadie sabe dónde se metió. Dicen que no volvió a escribir poesía y que juró sobre el nombre de sus tres hijas que dejaría para siempre la caza indiscriminada de tan nobles y gallardos pajaros de metal.

Encrypted Messege n. 777/vg.
Cryptic Code: Werhmarcht Enigma Machine.
Interception: 10/08/1940. Decrypted: 25/08/1940.
Origin: Unknown.
Destination: Cazador de Aviones.
Description:
"Se que conociste a aquel chico, puede que incluso recuerdes su nombre. Me conoces también a mi, aunque sólo lo confesarías ante la presencia de fierros chispeantes al rojo. Cuidado, creo que nos siguen los pasos. ¿Qué pasó con aquel chico gordito, ateo y sentimental?"

Government Code Ciphering School. Government Communications Headquarters. Cheltenham (U.K.)

Anónimo dijo...

Bienvenido sea a la casa de NEW GOMORRE, Sr. Buckingham.

El Consejo Redactor de NG (del que usted forma parte) le da la bienvenida (cálida) y le acoge en su fiebre colectiva.

Queden la pompa y la parafernalia para la próxima anticumbre.

En cuanto a su vertiente crítica, ejém ejém...,hemos estado discutiendo y... cómo decirlo... ya se verá qué tratamiento resultará más adecuado en relación con sus puntualizaciones y medidas.

Por lo pronto, sepa usted que la censura funciona a las mil maravillas en la ciudad imposible y que todo comentario crítico o improcedente es susceptible de ser reprimido con la cruda violencia de un invierno sin ley.

Atentamente,

UHHH UHHH UHHH
la MANO de la censura
UHH UHHH

- Ms. Antipat (Responsable del Departamento de Seguridad nuclear de AntiNG) -