22 jul 2010

El viejo que come carne de membrillo


He salido de casa
(por llamarlo de alguna manera)
cerrando puertas
y dejando humores tras ellas
y como si de un perro se tratara,
he empezado a caminar por la calle,
por esta calle de la que no espero nada,
a lo más, un disparo que no iba dirigido a mí
o una mamada
(ambas cosas en este momento serían de agredecer).
Me he sentado en un bar:
camarero, una jarra de cerveza.
A mi lado, un viejo indigente,
trashumante, transeúnte,
se encontraba comiendo membrillo
acompañado por una coca-cola
(que se jodan los antimultinacionales, ahora explicadle que
bebiendo coca-cola está fomentando su pobreza)
y con una navaja, cortaba pequeñas miajitas de pan
(señal de tener los mismos dientes que una paloma).
Me he visto reflejado en sus pupilas
a la tercera jarra, borracho.
He pagado, me he levantado de la banqueta
y he vuelto a casa
como el guerrero
que ha perdido una batalla.
Hoy podría contar con los dedos
de mi mano
las palabras
que han salido de mi boca.
Solo pensando en las rimas del poeta especialista en cortejar a putas.

Curro Jiménez Melero -NG-
(Poetica Seminarii, julio-agosto 2007).

2 comentarios:

Jesús Garrido dijo...

No es la primera vez que veo ese dibujo, tiene un poderoso mensaje subliminal. Y más en el día de hoy.

nueva gomorra dijo...

Me alegro de que te guste, Jesús. Es el logo de la Poetica Seminarii. Fue diseñado por un amigo.

Un saludo