17 jul 2010

2º poema veraniego de Philip Rogina


Este poema lo escribió Philip en una noche de tormenta de verano. Curiosamente, son pocos los poemas en los que encontramos un tono tan visceralmente entregado a reflejar su más que prosaica cotidianidad. Se diría que en los poemas de esta serie, Philip intentó dejar atrás los innumerables problemas derivados de la relación con su mujer. Un momento de calma que precisamente le sobrevino en un verano caluroso en el que no fueron infrecuentes las tormentas.


ii

No,
a nosotros no
nos detiene este calor,
pegajoso como una trampa
para ratas.
A nosotros por lo menos
no.

De hecho,
lo que más hacemos
en el centro
justo
de este infierno tropical
es follar
como salamandras,
cuerpo contra cuerpo
y por detrás.

El ojo de tu culo
es la boca
del final del mundo.

No hay comentarios: