La habitación vacía y sola con reductos salpicados
de recuerdos hechos ya polvo que habitan los colchones grises,
mustios, informes, arropados por el manto del desprecio.
Sin almohadas ya huérfanas, los besos profanados.
La cama tan vacía como siempre.
Yo pienso sentado sobre mi papel en blanco.
Asomado al precipicio de la derrota he abierto la boca…
el viento ha recordado tu nombre.
Ángel Rodríguez López
3 comentarios:
No puedo reflexionar sobre ese poema
Odio recordar, es tan dulce para mi otra parte de alma
me gusta tu blogg
espero ke estes biren
paz
&
livertad
pasate si keres :)
Interesante poética.
Saludos...
Ángel, muchas gracias por el poema. Tienes la plaza de la ciudad a tu disposición siempre que quieras...
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