19 may 2009

Homenaje con esquina rota

Homenaje con esquina rota


Despierta tenue la mañana.


La primera noticia que te anuncia el día

es una gran ausencia,

la pérdida de un símbolo,

la mala suerte en la última partida.


Una manta de viento,

una seca salina.


Tú te has llamado,

te llamas,

Mario.


Contigo primero lejanía,

incomprensión y desencuentro,

algo me molestaba de tu verso amarillo.


Luego la calma con tus cuentos,

el amor de los tontos, el amor.


Entonces a la primavera se le quiebra la esquina,

llega mansa la tregua

y encuentro llana a la vuelta tu poesía,

como la sed filosa,

como un campo amarillo.


Hay que tener coraje.


Despierto a tus palabras,

comulgo con tu acento de verbo que pelea.


Las crónicas del diario anuncian lo indecible.


No cabes en las odas,

es imposible contenerte en el lenguaje,

haría falta tu lengua para llamarte ahora.


Recibe hoy la pobreza

de esta alambrada afásica,

no puedo darte más.


Por destapar secretos terroríficos,

por avivar la lucha,

por el pueblo,

por erguirte David frente al Gigante,

te quedo agradecida.


De ti la fuerza de tus versos.


Vivirás siempre en mí por tu palabra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bueno, zuti... qué bueno!

Bram Stoker también leía poesía dijo...

No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Mario Benedetti

Bram Stoker también leía poesía -NG-

Anónimo dijo...

yo nunca quise salvarme... es más, como decía el Sr. Krahe: "pero dejadme, ay, que yo prefiera, la hoguera, la hoguera, la hoguera... la hoguera tiene, que sé yo, que solo lo tiene la hoguera"...

nunca quisimos salvarnos, salvarnos de qué? ahora, eso sí, a ti te salvo yo de lo que sea...

besos.

Anónimo dijo...

Gracias porlos versos a Benedetti. Me han encantado los poemas y espero que haya mas. Un beso, y claro, no os salveis.