25 abr 2009

Morelliana (Capítulo 66 del libro prohibido)



Facetas de Morelli [...], su lado compilador de almanaque literario (en algún momento llama "Almanaque" a la suma de su obra).

Le gustaría dibujar ciertas ideas, pero es incapaz de hacerlo. Los diseños que aparecen al margen de sus notas son pésimos. Repetición obsesiva de una espiral temblorosa, con un ritmo semejante a las que adornan la stupa Sanchi.

Proyecta uno de los muchos finales de su libro inconcluso, y deja una maqueta. La página contiene una sola frase: "En el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay".
La frase se repite a lo largo de toda la página, dando la impresión de un muro, de un impedimento. No hay puntos ni comas ni márgenes. De hecho un muro de palabras ilustrando el sentido de la frase, el choque contra una barrera detrás de la cual no hay nada. Pero hacia abajo y a la derecha, en una de las frases falta la palabra lo. Un ojo sensible descubre el hueco entre los ladrillos, la luz que pasa.


De Rayuela, del libérrimo Julio Cortázar

3 comentarios:

Bram dijo...

Esto es justo lo que necesita uno de los capítulos del P.C.F.

Revelaciones formales que vienen a acomodarse, qué digo, a respaldar, ¡no!, a dar salida, a ceder el paso al contenido, aunque tampoco sea eso exactamente lo que estaba tratando de decir.
Ustedes me entienden.

Bram confundidísimo al mediodía... será el hambre que le azota inmisericorde las conexiones neuronales -NG-

Jesús dijo...

Siempre he preferido desdibujar a dibujar.

Un saludo.

Bram dijo...

Creo que el desdibujo de una idea no es incompatible con su dibujo, es decir, se puede estar hablando del dibujo de una idea desdibujada o desideada, dada la vuelta, vaya o tal vez no. El caso es que a mí también me gusta el desdibujo, y que el final de la textura morelliana es también eso, ¿qué hay de más deconstructivo que el posible capítulo último de un libro inconcluso que muestre un muro en el que se descubre el ojo de una aguja para colar un hilo, la cabeza o todo el cuerpo?
No sé, Jesús, en todo caso, gracias por provocarme una respuesta de domingo frío y perezoso.

Bram, no será hoy el día en que muera de terror -NG-